domingo, 29 de mayo de 2016

“Más allá del no” Testigos Parte IV


Al hilo de lo ya comentado en el anterior post (“Como lograr que el testigo cuente su libro”), la credibilidad del testigo está íntimamente relacionada con sus respuestas.

Y generalmente la mayoría de las preguntas del abogado contrario al testigo propuesto por nosotros, se centran en lo negativo: lo que no ha visto, hecho, reconocido, examinado, comprobado, etc. 

Si la verdadera respuesta es NO, desde luego esto es lo que tiene que decir. Pero es innegable que una larga cadena de “noes” del testigo, pueden dar lugar a  una mala impresión.  Al asociarse a una falta de colaboración del testigo que a su vez se asocia a la idea de que trata de esconder u ocultar algo.


El testigo debe procurar algo más (recordemos debe “vender su libro”). Le proponemos dos salidas: 

  1.  Añadir una contundente frase al final de cada respuesta negativa



Ej.  si le preguntamos si tiene una segunda opinión sobre la analítica puede responder “No, no lo hice” pero sin duda es mejor esta otra respuesta  “No,  nunca es el procedimiento estándar para estos enfermos”. 

Recordemos además que las frases más contundentes siempre son las últimas las que van detrás, de la afirmación, negación o duda. 





2. Dar la vuelta a la pregunta, centrando la respuesta en “lo que se hizo”






Ej.  si le preguntan sobre el resultado de la prueba de esfuerzo de un enfermo, puede decir:
-  simplemente “No”, o 
-  “No, he comprobado las pulsaciones al inicio de la prueba y se ha controlado visualmente al paciente  a lo largo de toda la prueba”.

No olvidemos se trata de crear un hilo de información entre testigo y juez, veraz, directo y efectivo, de modo que todas estas estrategias no se pueden realizar en todas y cada una de las respuestas. 

domingo, 22 de mayo de 2016

“Cómo lograr que el testigo cuente su libro” Testigos Parte III


En anterior post ya hemos visto que el abogado contrario  lo que busca del testigo es un sí o un  no a su pregunta (para que el testigo refrende su versión de los hechos). Y que la mejor respuesta nunca será limitarse a responder si/no/no sé/ no me acuerdo.

Durante el interrogatorio el testigo, no puede declarar “por libre” sino que debe limitarse a responder a la pregunta del abogado,  de modo que la dificultad aumenta porque si su contestación se  aleja de la pregunta se va a encontrar con el consabido tono condescendiente del  abogado, o peor aún del juez. 

“Por favor escuche la pregunta

Una forma que tiene el testigo de salir airoso de esta situación es responder si /no  e inmediatamente después poner la respuesta en sus propias palabras, tratando de completar así la explicación que  quiere darle al juez.

Se trata de pensar que cada pregunta tiene dos partes:  




       La pregunta en sí (lo que se le pide al testigo)

    Ej. ¿comprobó que se había hecho el chequeo al vehículo?  y 






     
     

     Lo que el abogado que interroga pretende dar a entender con esa pregunta y la respuesta. 


    Ej. Porque el testigo estaba demasiado ocupado o fue descuidado y no comprobó su estado conectándolo al ordenador. 


Aunque el testigo no puede estar muy pendiente del porqué de la pregunta formulada algunas  son tan obvias que anticiparse es fácil y ayuda al testigo al dar su respuesta:  

Ej. no, yo no chequeo el ordenador porque hay especialistas que lo hacen antes de que yo proceda a intervenir en el vehículo.

Otro consejo, el testigo debe evitar tras responder que “si” añadir muchos “peros”, si lo que pretende es dar una explicación más completa que tan solo un sí, profundizando en el sí y colocándolo en su contexto. Para esto es más adecuado que utilice “si y” o “si porque”: 

Ej. “si solicité el chequeo y me apoyé en el resultado del analista antes de proceder a reparar el vehículo"

Ya que de este modo da una respuesta más asertiva y convincente que usando continuamente si pero, si pero.... 


domingo, 15 de mayo de 2016

“El peor consejo: pedir que solo diga no” Testigos Parte II



Nuestro testigo no solo debe ser veraz sino también parecerlo.

Es habitual oír en los juzgados la siguiente recomendación: si te pregunta el otro abogado solo tienes que contestar: si, no, no sé y no me acuerdo.

Es el peor consejo que se puede dar.


Con este tipo de respuestas se pierde credibilidad y se deja  campo abierto a la versión que está ofreciendo el abogado contrario al interrogar. El testigo queda de este modo a manos del  guión del abogado,  cuando debía ser el protagonista en su declaración.

 Tan solo permanece a la defensiva: negando de forma ineficaz, mostrando poca claridad  e incluso  nervios

En lugar de reducir sus respuestas a 4 (si, no, no sé y no me acuerdo),  al hablar con el testigo debemos indicarle que trate de hablar con claridad,  y que intente responder con la mayor frecuencia posible como si de un “titular de prensa se tratara”, que es bastante más eficaz que responder con  monosílabos. 


Por ejemplo, si preguntan ¿Vd. tenía conectados aparatos eléctricos a la red cuando se produjo el cortocircuito? 

¿Que es más creíble?,  responder “El corte de suministro afectó a todo el vecindario “,  
o  limitarse a un “si, no, no sé y no me acuerdo?”.





  Responder con monosílabos es la opción menos arriesgada para el testigo, pero no su mejor opción en el interrogatorio.