En anterior post analizaba las variaciones en el interrogatorio que plantea la videoconferencia en los juicios frente al método convencional de interrogatorio presencial del testigo o perito.
Y de como el enfoque de la cámara ejerce influencia sobre la credibilidad del interrogado.
El profesor
de derecho de UCLA Jennifer Mnookin, mantiene que la grabación del
vídeo "puede ser en realidad muy vívida y persuasiva", por lo
que es difícil poner en duda el testimonio o colocarlo en su contexto.
Esto lleva consigo importantes consecuencias como por ejemplo, que
no es lo mismo que aparezca el interrogador en la cámara o que tan solo lo haga
el interrogado.
La
confesión es significativamente más propensa a ser vista como exacta y veraz, y significativamente menos probable que se
considere coercitiva. Este efecto se mantiene incluso cuando el interrogador
que se escucha en la grabación amenaza explícitamente a la parte
contraria.
El
enfoque podría servir para restar importancia a la pregunta y fectivamente cegar a los espectadores respecto a las circunstancias del
testimonio.
El papel de un interlocutor en
poner palabras en la boca del testigo, por ejemplo, podría ser menos notable
cuando el declarante es el único en la pantalla.
Enfoque de la cámara sobre
el declarante y el abogado que interroga:
Ofrece al juez una perspectiva
más amplia sobre la
situación, haciéndolo más propenso a apreciar las circunstancias y el potencial
para la manipulación sutil del interrogador.
Termino dando una recomendación:
1.
Obtendré una declaración más
persuasiva cuando interrogue a mi perito o testigo si tan solo ellos aparecen
en la imagen, y a sensu contrario,
2.
El perito/testigo adverso lo
tendrá más difícil al contestarme si aparezco con él en la imagen y le interrogo con
habilidad.
Por el momento en nuestro país nos
contentaremos con adaptarnos a la imagen que aparezca, sin pretender saber de
antemano cual será y mucho menos elegir el formato que
ofrezca.