Nunca se insistirá lo suficiente,
debemos ser capaces de trasladar nuestro mensaje a la audiencia con claridad y
brevedad lo que sin duda nos agradecerán.
Es en lo primero que debemos
pensar al preparar el discurso o alegato, y no caer en el error de confundir hablar con persuadir.
Todos en alguna ocasión nos hemos encontrado con oradores que repiten y
repiten la misma idea o divagan sin rumbo consiguiendo aletargar al auditorio. Cuando de lo que se trata es de fijar
una meta clara sobre el mensaje: saber cuál es tu mensaje central y que lo capten,
entiendan, y sobre todo lo recuerden. Esto es aplicable en todas las
profesiones.
Entre los operadores jurídicos son
conocidas las llamadas de atención de
los jueces en las apretadas mañanas de vistas judiciales, donde nos apremian con
llamadas a la brevedad en el alegato final. La brevedad es la pasión de los jueces.
Hace poco leía una anécdota
publicada en artículo de opinión por Don Antonio del Moral Garcia,Magistrado,
Fiscal en excedencia (Revista Abogados, noviembre de 2012).
“Recuerdo una anécdota del Tribunal Supremo de mitad del XX, en la que una mañana especialmente densa en
audiencias en la Sala Primera había llevado a un importante retraso en las
vistas de 2 o 3 recursos, que a las 14 horas se encontraban pendientes de
celebrar.
…. Antes de comenzar la siguiente vista
el presidente de sala llamó a los letrados privadamente encareciéndoles
la máxima capacidad de síntesis por deferencia a los miembros del tribunal y a
los compañeros letrados.
De modo que se inicio la vista con la clásica y breve “puede empezar la
exposición el letrado del recurrente para informar en apoyo de su recurso”
“Pido justicia” dijo éste
“Tiene la palabra de la parte recurrida”, dijo el magistrado
“Amén” respondió el abogado oponente
Y la vista concluyo.
… fue la vista más corta que nunca se ha celebrado en el alto tribunal
y que jamás tan vetustas paredes han oído informes más elocuentes y convincentes.”
Claro que esto no siempre es posible, por
ejemplo sino contamos con el previo alegato/demanda/contestación/ recurso por
escrito, especialmente si está presente
en la vista el cliente que quiere oír que su pretensión es debidamente atendida
por el juez, y defendida por su letrado.
Pero si que podemos buscar un punto intermedio y seguir
estas recomendaciones:
- Hacernos entender: Pensar en la idea central antes de exponerla en juicio y ensayarla previamente.
- Usar frases cortas
- Vocalizar
- No usar tono monótono
- Evitar titubear “e-e-e...” “eesto...estee...e” “m-m-m-mmm”...
- No pasarse del tiempo, ni salirse del tema
·
Y sobre todo, nunca decir que vas a ser breve y luego alargar innecesariamente
la exposición.